Colaborar con una ONG o una causa humanitaria no es un objetivo en sí mismo de las empresas pero sí debería estar presente y formar parte de políticas de compromiso social. Devolver al entorno parte de la riqueza que nos da en nuestra actividad es un valor añadido para la empresa.
Se habla de buena imagen y de beneficios fiscales de aquellas empresas que contribuyen con buenas causas, pero esa visión es muy pobre. En realidad, interiorizar como parte de la filosofía de empresa la necesidad de ayudar a la sociedad con la actividad de la compañía, es ya en sí mismo un beneficio.
Está demostrado que los trabajadores que perciben su empresa como un agente solidario, se sienten más motivados y rinden con mayor compromiso en la labor que desarrollan.
Que la empresa sea vista desde fuera como una marca comprometida con la sociedad, también genera una simpatía hacia sus productos y servicios por parte de los clientes potenciales.
No podemos olvidar que las empresas que ayudan a que todos los seres humanos puedan mejorar sus condiciones de vida, están asegurando la prosperidad y la continuidad del sistema y por lo tanto el éxito y evolución de su compañía.
Libros para el desarrollo
Todo tipo de ayuda es necesaria, pero especialmente simbólica es la lucha por la educación. Una de las asociaciones que apoyan el desarrollo a través de la cultura es la ONG AIDA (Ayuda, Intercambio y Desarrollo).
¿Cómo se puede ayudar a AIDA? Entre las posibilidades que ofrece esta ONG está la organización de mercadillos solidarios de libros en los lugares de trabajo con su apoyo y colaboración para destinar los beneficios a proyectos de cooperación. También es posible realizar donaciones económicas o de material de escritura así como libros para su fondo de biblioteca, que se ponen a la venta en AIDA Books&More con fines solidarios.
En su misión cuenta con el apoyo de todo tipo de organizaciones públicas y privadas. Entre ellas se encuentra Grupo Chapín.