El conocido como síndrome postvacacional, la dificultad para volver a adaptarnos a la rutina tras un tiempo de largo descanso, es cada vez más frecuente pero hay modos de atenuar sus efectos.
Las personas más propensas a sufrir este malestar son las personas de hasta 45 años. Dejar atrás el ocio el tiempo libre, la sensación de no disponer de vida propia, puede hacer que cada día sea una cuesta arriba difícil de subir.
Se manifiesta con cansancio, dolores muscularse, dificultad para concentrarse o conciliar el sueño, falta de apetito e incluso síntomas psíquicos como desgana, nervios, tristeza…
Entre los consejos más habituales para remediar este síndrome podemos destacar el pensamiento en positivo. También es importante adaptarse de manera progresiva a la nueva rutina, poco a poco. Es desaconsejable, por ejemplo, regresar de vacaciones el día anterior al del inicio de la actividad laboral.
Pero incluso más importante es buscar una actividad divertida que se pueda combinar con el trabajo para que el día a día se haga más llevadero.