Robo de documentación
Que en un viaje por el extranjero tengamos un robo de documentación o la perdamos, puede llegar a ser la peor experiencia y además con repercusiones inmediatas: en el hotel o a la hora de tomar un avión.
Si nos ocurre el robo de documentación, hay una serie de pasos que debemos seguir.
- El primero es presentar una demanda en comisaría. Independiente de que se trate de robo, hurto o pérdida, la demanda protegerá al viajero ante casos de suplantación de identidad.
- Una vez tramitada la denuncia, se debe acudir a la embajada o consulado español más cercano para solicitar la expedición de un nuevo pasaporte que permita al viajero regresar a España. En situación de emergencia, la embajada podrá expedir un salvoconducto.
- La documentación a presentar para efectuar esta gestión puede variar en función del país, pero por norma general suele consistir en dos fotografías de carnet, el justificante de la denuncia policial y un documento con fotografía que acredite la identidad del solicitante o, en caso de no disponer de este, una declaración jurada por otro ciudadano español que confirme la identidad del afectado. Si España no cuenta con representación diplomática en el destino, se deberá acudir a la embajada de cualquier país miembro de la Unión Europea. Para la expedición del pasaporte será necesario pagar las correspondientes tasas administrativas.
- En el caso de que el viajero no pueda hacer frente al pago de estas, la embajada puede contactar con algún familiar para que abone el importe o, en situación de necesidad, adelantar el importe, que tendrá que ser reintegrado al Tesoro Público una vez en España. Si el afectado cuenta con un seguro de viaje, la compañía aseguradora le reembolsará el coste de estas tasas. Ante una situación de emergencia que obligue al viajero a regresar de manera urgente a España o si su transporte de regreso efectúa la salida en menos de 48 horas tras la pérdida o robo del pasaporte, la embajada podrá expedir un salvoconducto que permitirá al viajero regresar a España.
Es habitual que, junto a la documentación, hayan sido sustraídos o perdidos otros efectos personales, entre ellos el dinero o tarjetas de crédito. En este tipo de situaciones resulta muy útil contar un seguro de viaje. Dado el caso, la aseguradora procederá, previa autorización del asegurado, a cancelar las tarjetas bancarias y se hará cargo de los gastos de tramitación de una nueva tarjeta. Además, el asegurado podrá solicitar un adelanto de fondos a la compañía para poder continuar con su viaje. Del mismo modo, si el viajero también pierde las llaves de su hogar habitual, la aseguradora se encargará de los gastos de un cerrajero al regreso. Otros objetos de valor que normalmente acompañan al viajero durante sus vacaciones, como cámaras fotográficas o smartphones, y que son susceptibles de ser robados, también suelen contemplarse en las ampliaciones de las pólizas de viaje.