1000 km con una bateria
Llevamos ya unos cuantos post sobre los autocares eléctricos, los coches que no utilizan ya gasolina para moverse, y es que estamos comprometidos con el medio ambiente y por eso, difundimos este tipo de noticias. En esta ocasión, es el autobús Proterra Catalyst E2, que es un autobús totalmente eléctrico que no emite gases contaminantes allí por donde circula y que puede recorrer 1000 km con una batería.
Es un autobús totalmente eléctrico que no emite gases contaminantes
Los autobuses recorren a diario rutas previstas y distancias conocidas, casi siempre por las mañanas, y normalmete duermen de noche con tiempo más que suficiente para recargar completamente las baterías. El Catalyst E2 es capaz de completar a diario la mayoría de las rutas urbanas de cualquier ciudad y de noche cargar completamente las baterías, en apenas 5 horas.
Además de la ausencia de humos el consumo de combustible equivalente en este autobús eléctrico es muy bajo, de unos 10 litros por cada 100 km recorridos. Esta cifra es más propia de un coche grande que de un autobús urbano, ya que un autobús diésel normalmente consume al menos tres o cuatro veces más.
En términos económicos, el ahorro anual en combustible y en mantenimiento a favor del autobús eléctrico se cuenta por decenas de miles de euros. Después de todo, un vehículo eléctrico es mecánicamente más simple: no tiene caja de cambios, ni ejes de transmisión, ni filtro de aire o de combustible, ni correas de distribución ni necesita renovar varios litros de aceite de motor.
No terminan aquí las ventajas que tiene el autobús de Proterra cuando se compara con los autobuses urbanos convencionales. La ausencia de un motor de combustión significa que en el interior del E2 hay más espacio para los pasajeros. También que el autobús eléctrico recorta significativamente la contaminación acústica: en marcha produce menos ruido que el sonido procedente de una conversación.
Además de recorrer distancias conocidas, los autobuses urbanos hacen paradas en puntos determinados. Es más, hacen muchas paradas y frenan con mucha frecuencia. Eso posibilita que la batería reciba electricidad mientras que el autobús está prestando el servicio. Por un largo procedente de la frenada regenerativa que convierte parte del calor disipado por los frenos en electricidad. Por otro lado, opcionalmente el autobús podrá obtener electricidad por inducción a través del suelo o a través de una conexión en el techo situada en algunas paradas, allí donde sea necesario por la longitud de la línea, por ejemplo, mientras suben y bajan los pasajeros.