Cada vez es más frecuente encontrar zonas de cardioprotección en todas las áreas públicas. La empresa no puede quedarse fuera.
A pesar de que siempre se asocia el infarto con personas mayores y se considera que los sistemas de cardioprotección deben estar en su ámbito más cercano, lo cierto es que los parques empresariales están llenos de adultos que pueden necesitar esta atención de urgencia, ya sean trabajadores de las compañías allí ubicadas o de empresas de servicios indirectos como mensajerías e incluso los clientes que están de visita.
Tener un desfibrilador cerca puede salvar vidas y más en un entorno en el que el estrés es a veces un gran protagonista.
En España fallecen al día unas 100 personas por infarto. En la mayoría de los casos se podría evitar con un masaje cardíaco y el uso de un desfibrilador. La probabilidad de sobrevivir aumenta un 90% si se atiende al afectado en los dos primeros minutos.