El mundo de la robótica está dando el siguiente paso. La inteligencia artificial se abre paso en el mundo laboral.
Máquinas como brazos robotizados en las plantas de fabricación llevan mucho tiempo entre nosotros, pero lo que está por llegar es bien distinto.
Robots recepcionistas, máquinas que toman decisiones de manera autónoma, dependientes robotizados… ¿Dónde queda el ser humano, cuál será su papel? Desde Silicon Valley, el epicentro de la robótica, se habla de un cambio disruptivo en muchos sectores, como el de la restauración, donde prácticamente el autoservicio y la gestión robotizada acabarían con la presencia humana como fuerza laboral.
Se está realizando un experimento actualmente en la ciudad de Oakland en el que se elimina el trabajo humano y se ofrece a 100 personas una renta básica, a modo de sueldo, pero sin trabajar. Los robots trabajan por ellos y generan esos ingresos.
La idea es que la mayor productividad de la máquina generará recursos suficientes para pagar el sueldo de las personas sin trabajar y a la vez quedarán más ingresos para la empresa.
El trabajo físico está llamado a desaparecer, según los expertos, pero serán necesarias personas capaces de programar las máquinas, dar sentido y uso comercial a los datos recopilados y dirigir las empresas.