¿Qué es la seguridad activa?
Los sistemas de seguridad activa son aquellos que velan por nuestra seguridad, y cada día son más, y mucho más sofisticados. Los sistemas de seguridad activa del coche son aquéllos que trabajan para reducir el riesgo de sufrir un accidente. Los frenos puede ser el más evidente de todos los sistemas de seguridad activa, y siendo sistemáticos listaríamos decenas de sistemas (con sus respectivos y múltiples nombres y denominaciones).
Hoy nos vamos a centrar en 5 sistemas de seguridad activa, obviando los sistemas de serie en el coche como los frenos, la dirección o los amortiguadores y nos centraremos en los elementos que han sido diseñados para mejorar la seguridad activa.
- Los Neumáticos: Son el sistema de seguridad activa más importante, canónico diríamos, y curiosamente es al que se le dedica menos atención. Conviene mantenerlos en el mejor estado posible, con una presión de inflado correcta, porque solo así trabajará al 100% de su capacidad.
- El ABS (antibloqueo de frenos): Su principal función es evitar que los neumáticos patinen durante una frenada fuerte. Sucede que, sin ABS, una frenada fuerte puede implicar que el coeficiente de rozamiento entre el neumático y el asfalto (o la superficie que sea) sea inferior a la adherencia máxima. Para evitarlo, el ABS detecta qué rueda está sufriendo deslizamiento y libera presión del sistema de frenos. De este modo, los neumáticos siempre están en contacto con la calzada y la eficacia de la frenada es infinitamente mejor.
- La dirección asistida: es uno de esos sistemas de seguridad activa «de incógnito». Puede parecer que es un sistema que proporciona mayor comodidad al conductor, pues para maniobrar a menudo no es necesario ser el primo de Hércules, pero lo cierto es que los avances en la dirección asistida sirven, aparte de para mejorar la comodidad al volante, para proporcionar mayor seguridad y un guiado preciso a alta velocidad.
- Control de Estabilidad: Trata de mantener al coche en la trayectoria correcta, actuando sobre el conjunto de las cuatro ruedas (motrices o no). Gracias a tres tipos de sensores (ángulo de dirección, velocidad de giro de cada rueda y ángulo de giro y aceleración transversal), la unidad de control del ESP comprueba los datos unas 25 veces por segundo.
- Suspensión activa: Se encarga de gestionar y controlar de forma independiente la amortiguación en cada una de las ruedas. El objetivo: maximizar el contacto del neumático con la calzada en cada momento, mejorando la estabilidad y la adherencia del coche, independientemente del piso. Si nos fijamos bien, la importancia de que los neumáticos estén en contacto con el suelo y no patinen es crucial, y para ello se diseñan varios de los sistemas de seguridad más conocidos.