Muchos trabajadores se ponen a dieta al regresar al trabajo tras la Navidad. No todos los planes son adecuados para el rendimiento. ¡Cuidado!
Hacer deporte y llevar una buena alimentación que alivie los excesos navideños es aconsejable pero siempre dentro de unos límites saludables. No se trata de perder peso en pocos días, sino de manera gradual.
De lo contrario lo que encontramos es un efecto rebote, agotamiento y días de trabajo que se transforman en una cuesta arriba. Para poder rendir bien en nuestro puesto tenemos que tener la alimentación adecuada. Hacer dieta no es comer poco, sino comer bien.
Lo importante es no saltarse ninguna de las 5 comidas recomendadas por los nutricionistas: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena.
Es fundamental tomar cereales o pan por las mañanas para que nos de energía durante mucho tiempo y que lleguemos con sensación de saciedad a trabajar. A media mañana y en la merienda se recomienda tomar un par de piezas de fruta. Esto es sencillo y se puede hacer casi en cualquier puesto de trabajo, sin grandes interrupciones.
La comida debe ser equilibrada. El cuerpo necesita todos los nutrientes. Lo más aconsejable es acompañar siempre alguna pieza de carne o pescado con una guarnición de verdura. Así, podremos continuar con la jornada laboral con la energía que necesitamos.
Las cenas no hay que saltárselas. No deben ser abundantes pero tampoco inexistentes. De este modo conseguimos un sueño más profundo y reparador.
Dormir mejor reduce la sensación de hambre. Los expertos afirman que nuestro cuerpo asocia la sensación de cansancio que provoca el sueño con la de hambre y nos invita a comer de manera compulsiva.
Los primeros días tras las vacaciones de Navidad tenemos una especie de “síndrome de abstinencia” de calorías y azúcar. Por eso, no debemos dejar que “el vacío en el estómago” nos haga comer sin ton ni son. Cuando eso ocurra, hay que tomar fruta. En un par de semanas, esa necesidad de comer a casi cualquier hora habrá desaparecido.
De este modo, no sólo cuidamos nuestro peso de un modo correcto, sino que no perdemos ritmo en el trabajo por falta de energía.