Muchas empresas están comenzando a sufrir directamente los retrasos del personal en días de alta contaminación y ahora Madrid Central.
En Madrid está costando acostumbrarse a la activación y desactivación de los protocolos por alta contaminación que permiten o no el uso del coche en función del nivel de emisiones de cada vehículo. Muchos ciudadanos, que necesitan el coche privado para llegar a su puesto de trabajo y no están muy acostumbrados a usar el transporte público se sienten esos días de restricción dentro de una de sus peores pesadillas: perdidos, llegando tarde y estresados.
Al Plan A o Plan de Calidad de aire de la ciudad de Madrid y Cambio Climático del Ayuntamiento de la capital, se suma ahora Madrid Central. Con esta medida se restringe la circulación también para los vehículos sin etiqueta, los más contaminantes, en la zona más céntrica de la ciudad, el casco histórico. Los residentes en esos espacios tendrán unos años de margen, hasta 2025.
Se puso en marcha el 30 de noviembre a modo de prueba y los agentes solo notifican que se ha cometido una infracción, pero cuando se cumplan dos meses de su puesta en marcha ya no será únicamente un aviso, sino una multa en toda regla.
Todas estas medidas, que contribuyen notablemente a la reducción de la polución en Madrid, dificulta sin embargo la movilidad de muchas personas que tienen su puesto de trabajo en áreas empresariales o polígonos industriales de difícil acceso o con bajas frecuencias en transporte público colectivo.
Los autocares de ruta de empresa o las rutas conjuntas para todas las compañías de un centro de negocios son una solución perfecta para evitar toda esa incertidumbre y caos que generan las nuevas normativas medioambientales para la circulación.
Los vehículos de Grupo Chapín cuentan con motores de última generación, eficientes y ecológicos que permiten cumplir con sus servicios de manera regular sin problemas