Es evidente que el inglés es el idioma que todos los niños deben aprender como segunda lengua pero qué otra opción sería aconsejable como tercera. Sin duda, una que les diferencie o que se ajuste a sus habilidades de cara al futuro laboral.
Los estudiantes que orienten su formación hacia las ingenierías, nuevas tecnologías y comunicaciones deben considerar sumar el alemán como tercer idioma a su curriculum vitae.
Si el alumno siente atracción por la medicina, se aconseja también el francés como tercera lengua.
Sin embargo, otros idiomas comienzan a despuntar como serias opciones a tener en cuenta, tanto en el mundo retail como en turismo y hostelería: ruso, chino, japonés y árabe.
Lo importante es hacer entender los jóvenes que su futuro, probablemente, no estará ligado a su país natal únicamente y que cada vez habrá mucha más movilidad laboral.