Somos lo que comemos. Si nuestra alimentación no es la adecuada, tampoco nuestro rendimiento diario. No podemos supervisar el tupper de la plantilla pero sí ofrecer un menú adecuado en el comedor de la empresa, y realizar unos hábitos saludables con la comida como protagonista.
El otoño es una de las épocas más duras del año para el organismo. Es muy importante que nuestro cuerpo tenga suficiente energía para enfrentarse a la llegada del frío y las temidas gripes.
El mejor modo de cargar las pilas cada día es tener hábitos de alimentación saludables y comer productos de temporada como las setas, la calabaza o las castañas. El comedor de la empresa puede ser un gran aliado para luchar contra la bajada de las defensas. Un menú rico en hierro, vitaminas B y C y proteínas es lo más aconsejable. Es decir, en una dieta de otoño no puede faltar carne, pescado, legumbre y frutos secos.
Un mal día lo tiene cualquiera
El despertador, por algún extraño motivo, no ha sonado. Hay que elegir entre ducha o desayuno relajado. No hay tiempo para el desayuno, solo para un café rápido. Hemos llegado unos minutos más tarde y ya no queda sitio donde aparcar, adiós al tiempo de descanso para tomar el segundo café. Llega la hora de la comida y estamos hasta arriba de trabajo, comeremos un sándwich para no perder mucho tiempo. Resultado: falta de concentración porque nuestro cuerpo necesita más alimento. No ha sido un buen día y tampoco lo será mañana porque nos levantaremos con un gran cansancio.
Necesitamos hierro e hidratos de carbono
Sin hierro no tenemos energía y todos los días consumimos una media de 1mg, algo más en el caso de las mujeres. No siempre cubrimos la cantidad necesaria para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Pero hay trucos: consumir carne y pescado con pimientos mejora el nivel de asimilación de este elemento y en el caso de las legumbres, mejor añadirles limón o perejil. Lo ideal sería consumir dos tipos de hierro, el de la carne y pescado con el que contienen las legumbres. Si consumimos el hierro junto con la vitamina C, su duplica el efecto de absorción.
Los hidratos de carbono están en el pan, la pasta o el arroz y son fundamentales para tener reservas de energía durante todo el día. Por eso es tan importante desayunar fuerte con pan o cereales.
Las vitaminas son un escudo ante la gripe
Además de tener fuerza para todo el día es necesario tener muy altas las defensas durante el otoño para prevenir catarros y gripes. Las verduras de hoja verde nos ayudan a tener en el cuerpo Vitamina B y ácido fólico y las frutas nos darán la aportación necesaria de Vitamina C.
Consejos
Las máquinas de café pueden parecer un gran aliado para levantar el ánimo en la oficina, pero nada más lejos de la realidad. El café es un estimulante, pero el efecto final tras muchas ingestas es un mayor cansancio, lo que empeora la situación. Beber agua o zumos naturales es mucho más reconfortante para el cuerpo que el café.
Y para picotear en la oficina, estamos de suerte: es recomendable tomar cada día frutos secos (almendras, avellanas, nueces…). Eso sí, en su justa medida.