Proteger la piel del frío
Uno de los agentes externos que incide en el aspecto de la piel durante los meses invernales es el frío. «Este puede afectar al ADN celular de la piel, generando una mayor fragilidad capilar que se traduce en una epidermis más apagada, menos elástica o incluso con tendencia a aquietarse y escamarse, y más sensible, lo que puede generar un empeoramiento de las pieles rosácea o dermatitis» según fuentes de SEMAL por lo que hay que proteger la piel del frío.
Por todo ello, saber cómo cuidar la piel en invierno resulta clave para paliar los efectos del frío sobre la misma:
- Limpieza diaria del rostro: una por el día y otra por la noche, siempre con productos de calidad.
- Hidratación con cremas adecuadas para cada tipo de piel y zona del cuerpo. En la cara, es aconsejable aplicar el producto escogido después de la limpieza diurna y nocturna; en el cuerpo, tras la ducha.
- Protección solar también en invierno. la radiación solar perjudica la piel durante cualquier época del año, por eso cada vez más dermatólogos recomiendan el uso constante de cosméticos con filtro solar para el rostro.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura. Estos contrastes aumentan la posibilidad de que aparezcan capilares dilatados en la cara, especialmente en las mejillas, explican desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV)
- El tabaco y el alcohol son nocivos para la piel. El primero contribuye a su deshidratación y a restar luminosidad, mientras que el alcohol favorece la dilatación capilar.
- Comer sano. El consumo de frutas y verduras aporta vitaminas y minerales esenciales para el buen aspecto de la piel.
Así, que si seguimos todos estos consejos, o al menos los que podamos, seguro que nuestra piel estará mucho más sana, y no pasarán por uno o por una, los años.