La Semana Santa es una época ideal para poder volver a las raíces en familia. Estas vacaciones permiten aunar diversión, descanso y el aprendizaje de las tradiciones para los más pequeños de la casa. Pero también puede ser momento para conocer otras provincias y sus costumbres.
La Semana Santa se celebra en toda España y suma al sentimiento religioso una evidente riqueza cultural y artística digna de ver. De hecho, ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Es una celebración para todos. En algunas localidades, se han creado incluso cofradías infantiles en las que los niños pueden participar portando réplicas en pequeño de los pasos de los adultos.
En cada rincón de nuestro país podemos ver procesiones y diferentes modos de sentirla y representarlas, todos ellos bellos y emocionantes.
Las más conocidas internacionalmente son las de Sevilla y Valladolid, diametralmente opuestas, pero igual de intensas. Desde los pasos acompañados por gaitas del norte, hasta las saetas que el pueblo del sur lanza a las imágenes, pasando por los tambores de Calanda en Teruel, las Palmas de Elche en Alicante y la sobriedad castellana, todo es arte con mayúsculas en la Semana Santa española. Las tallas de los pasos fueron realizadas por algunos de los grandes escultores y las procesiones son un museo en movimiento.
Si sumamos a la importancia cultural y artística de la Semana Santa, la gastronomía típica de la fecha y la propia de cada región, podemos decir que es una excelente época para elegir cualquier punto de España y disfrutar con todos los sentidos.
La Semana Santa tiene el tacto de la vela, huele a incienso, sabe a torrijas, suena a saeta y tambores y es un placer para la vista.