El sistema tradicional de firma en registro de papel o las tarjetas de acceso a los centros de trabajo están evolucionando hacia sistemas más precisos y seguros para controlar el acceso. Se trata de los sistemas biométricos.
La biometría permite el acceso o el desbloqueo de sistemas y códigos utilizando la huella dactilar o la pupila, por ejemplo. No es ciencia ficción, está ya entre nosotros.
Es un modo de personalizar al máximo el acceso. De este modo, es posible garantizar, no sólo el conteo de entrada y salida de los empleados en su puesto de trabajo con absoluta precisión sino evitar la posibilidad de engañar al sistema por intercambio de tarjetas.
Por otro lado y muy adecuado para evitar el espionaje industrial, ayuda a mejorar la seguridad en los centros, especialmente en las zonas sensibles por el tipo de producto desarrollado o investigación que se lleve a cabo.