Algunas empresas desarrollan actividades que pueden perfectamente llevarse a cabo desde casa. Para las compañías reporta bastantes beneficios y para algunos empleados es un sueño. ¿Pero es realmente así?
La tendencia al teletrabajo ha crecido en los últimos años y sigue subiendo. Los que muchos ven como la situación laboral ideal otros, que ya la han probado, la ven como una equivocación.
Las empresas ahorran costes porque no se requiere una infraestructura física para realizar la actividad ni los gastos derivados. Sin embargo, no contar con una sede física es todavía un error desde el punto de vista de la imagen corporativa. La sociedad no ha llegado al punto de eliminar las ubicaciones físicas de las empresas al 100%.
Los trabajadores que apoyan la idea del teletrabajo piensan en el tiempo que gana en calidad de vida al poder decidir cómo se administra las tareas para coordinar trabajo y familia.
El gran peligro llega cuando no se fijan los límites horarios de la jornada y en lugar de 8 horas, el empleado contesta el teléfono o los mensajes en su domicilio prácticamente 24 horas al día. Lejos de ser una situación ideal puede ser un caramelo envenenado y generar estrés y ansiedad para el trabajador, con un consiguiente descenso del rendimiento o la calidad ofrecida por la empresa.
Por ello, en caso de optar por el teletrabajo, la empresa debe formar previamente a sus empleados en los hábitos correctos para trabajar desde casa. Cosas tan sencillas como fijarse horarios estables de comunicación y desarrollo de las labores, no trabajar nunca en pijama y tener una zona aislada en casa para trabajar así como mantener reuniones físicas periódicas para seguir reforzando la sensación de pertenencia a un equipo, no alejarse totalmente de las relaciones humanas.
Suelen dar buenos resultados los sistemas mixtos en los que se fijan día semanal de trabajo en oficina y reuniones combinado con teletrabajo el resto de los días laborables. Y reforzar la filosofía de equipo con actividades comunes fuera de la oficina pero juntos, como congresos anuales para evaluar los resultados de la empresa o viajes de incentivos.