Pequeños gestos diarios hacen que derrochemos energía en el puesto de trabajo. Con muy pocos cambios podemos contribuir con la mejora del planeta y de paso ahorrar bastante dinero.
Veamos algunos sencillos métodos para ahorrar energía en el trabajo:
La luz.
En primer lugar es conveniente usar bombillas de bajo consumo. No hace falta encender toda la oficina o encender la luz si no es necesario para la visibilidad. Prueba a encender solo las zonas que lo requieran o instalar sensores de movilidad y aprovecha mejor la luz natural. Orienta tu mesa en el sentido correcto si es necesario.
La climatización.
Es fundamental que la oficina esté bien aislada, empezando por las ventanas y cerramientos adecuados. Aunque contemos con equipos de aire acondicionado y de calefacción, hay que hacer uso de ellos sólo cuando sea necesario. Podemos abrir ventanas para refrescar en verano, si la temperatura no es excesiva, y lógicamente cerrarlas si los equipos están funcionando. También es aconsejable separar la climatización por zonas, para apagar aquellas que estén vacías y supongan gasto innecesario.
Las temperaturas recomendadas son 21º en invierno y 24º en verano, según el Ministerio de Medio Ambiente. Si programas los termostatos el sistema de climatización será más eficiente.
El consumo de los equipos
Si no utilizamos el ordenador durante 1 hora, no es necesario mantenerlo encendido. Si nuestra ausencia es menor pero supera los 10 minutos se recomienda salvapantallas oscuros. El brillo del pc debe estar configurado a nivel medio.
Es bueno que renovemos el material pensando en su consumo. Por ejemplo, los ordenadores portátiles consumen un 50% menos que los de mesa y las pantallas planas pueden llegar a suponer un ahorro del 70% frente a las tradicionales.
Si contamos con equipos que funcionan con energías renovables, mucho mejor. Es el caso de las calculadoras solares.
El papel
Además de utilizar ambas caras cuando es posible, es bueno acumular todas las fotocopias que vamos a realizar y llevarlas a cabo de una sola vez, para que la fotocopiadora solo arranque una vez. Si puede estar en modo ahorro de tinta y en blanco y negro, también somos más eficientes.
El agua
Es necesario promover el ahorro de agua. Para ello, a veces es tan sencillo como cambiar el sistema de cisterna, ya que los más antiguos consumen más, o incluir sensores de actividad en los grifos.
El deporte
Si la oficina no está en un piso demasiado alto, es bueno subir y bajar andando y evitar el ascensor. Así ahorramos y hacemos deporte, dos en uno.
Con todas estas medidas preventivas es posible ahorra una buena suma de dinero cada mes y aportar nuestro granito de arena a la mejora del Medio Ambiente.