Comer el mejor lechazo
Muchos de vosotros seguramente que al leer estas líneas, tendréis en vuestras mentes donde comer el mejor lechazo, pero seguro que muchos, ni siquiera saben a que nos referimos, por lo que antes de nada, vamos a explicaros que es un lechazo, comida típica de Castilla y León.
Un lechazo, es un cordero que tiene que cumplir unas características determinadas, como la alimentación del cordero (solo leche materna), que la raza del animal sea la autóctona de la zona (churra, castellanas y ojalada y sus cruces), con un peso entre 9 y 12 kilos de cordero vivo y cuya edad tiene que ser inferior a cinco semanas.
Una vez descrito que es un lechazo, ahora vamos a ver como se prepara. Siempre, el mejor lechazo, debe prepararse en un horno de leña, el cual se encenderá con encina para calentar las paredes y la bóveda del horno. Una vez el horno haya pasado de 500ºC s 200ºC, es el momento de retirar las brasas y meter el lechazo, cortado en cuartos, sazonado y con un poco de agua en fuentes de barro. Y pasadas un par de horas, ya podemos comer el mejor lechazo.
Ahora solamente falta buscar el sitio idóneo donde disfrutar del lechazo, y son muchos los restaurantes y posadas en las que degustar este maravilloso manjar, sobre todo en la provincia de Segovia y Burgos (más en concreto en la zona de la Ribera de Duero). Lugares como Pedraza, Peñafiel, Aranda de Duero, Arévalo, Sepúlveda y muchos otros pueblos de la comarca, ofrecen a sus visitantes, además de visitas culturales, multitud de restaurantes donde después de una jornada de andar y disfrutar de sus calles y monumentos, comer el mejor lechazo.
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