Fin de curso: Andalucía, fusión de culturas

marzo 13 2017

A la vuelta de la esquina está el viaje de fin de cursa. Andalucía cuenta con todo lo necesario para los jóvenes: patrimonio histórico, gastronomía, ocio…No se lo pueden perder.

¿Qué mejor manera para los adolescentes que conocer parte de la historia y la cultura de su país que viajando y pasando una semana inolvidable con sus compañeros de clase? Andalucía es un lugar mágico, lleno de contrastes y que no deja indiferente. Una ruta en autocar permite conocer en detalle el sur de España en tan sólo una semana.
Córdoba, Sevilla, Málaga y Granada son el eje central de la región y la adecuada distancia entre estas ciudades permite realizar viajes cómodos y ágiles.  La excursión desde Madrid es interesante desde el propio inicio. Atravesar Castilla La Mancha nos permite hacer la primera parada junto a los célebres molinos de viento que aparecen en “El Quijote”.

La frontera entre esta autonomía y Andalucía será todo un espectáculo para los niños. Se trata del Parque Natural de Despeñaperros, un imponente desfiladero que ahora se salva de manera rápida y segura con modernas carreteras, túneles y puentes de vértigo.

En cuanto se pisa las tierras andaluzas, el paisaje de olivos se pierde en el horizonte y el olor de la prensa de aceite impregna cada rincón. Es el aroma inconfundible de Jaén.

Una vez en Córdoba, la visita obligada es La Mezquita. El complejo es una de las maravillas de la arquitectura árabe. La espiritualidad del recinto y el equilibrio de su multitud de arcos rojiblancos permanecerán para siempre en el recuerdo de los chicos. La Medina Azahara es otro de los lugares de interés de la ciudad, al igual que su puente y arco romanos. La noche en Córdoba da un respiro a los calurosos días gracias a la caricia del río Guadalquivir que la atraviesa. Su rivera está llena de restaurantes y locales donde poder tomar un refresco contemplando la ciudad.

Y siguiendo el curso de este río, llamado Betis por los romanos y Wad al-Kibir (río grande) por los árabes, llegamos a Sevilla.  La capital de Andalucía es en sí misma un espectáculo. La bella ciudad tiene mil rincones en cada barrio para perderse y cientos de monumentos dignos de visitar: la Catedral y la Giralda, los Reales Alcázares, la Plaza de España, la Campana, la Torre del Oro por la que entraba a Europa el oro y los productos del Nuevo Mundo … sin olvidarnos de su infinidad de iglesias y capillas con sus increíbles imágenes religiosas, que protagonizan la espectacular Semana Santa.

Cada barrio céntrico de Sevilla merece una visita pero en especial el de Santa Cruz y al otro lado del río encontramos Triana, el epicentro de ese “duende” que sólo los artistas flamencos conocen. Si es una ciudad bella de día por la noche lo es aún más gracias a su delicada iluminación, que realza si cabe su señorío.

Los chavales podrán también divertirse a lo grande en el parque temático Isla Mágica, que abre sus puertas para la nueva temporada en el mes de abril. Se encuentra en la zona de la Cartuja, lugar en el que se alzó en su día la Expo 92.

Andalucía está llena de contrastes y lo descubrimos en Málaga, una metrópolis mundialmente conocida por sus fantásticas playas y ahora también por su festival de cine, su cada vez más reconocida Feria, que compite con la de sus vecinos sevillanos.

Málaga es una ciudad moderna, que ha sabido remodelar su puerto para transformarlo en un gigante centro de ocio y gastronomía a tan solo unos metros del casco antiguo, en el que se alza imponente la Alcazaba junto a las ruinas del Teatro Romano.

Es imposible visitar Málaga y no probar su famoso “pescaito frito”, que se suma a la larga lista de platos típicamente andaluces, como la berenjena con miel, el gazpacho y el salmorejo.

A tan sólo 60 Km se ubica Marbella y su lujoso Puerto Banús, donde la atracción está en plena calle por las embarcaciones  que allí se amarran y el alto nivel de vida que se respira.

Granada es el siguiente punto de la ruta. Decir Alhambra es casi sinónimo del nombre de la ciudad. Una de las más reconocidas maravillas de la arquitectura árabe se encuentra en territorio español. El palacio de la Alhambra es fundamental al paso por esta localidad. Cada año, millones de turistas vienen a propósito a nuestro país para conocer tan espectacular monumento.

Pero Granada no acaba en los jardines de Palacio. La ciudad de las fuentes ofrece un viaje a través del tiempo por las calles de la Judería, junto a la Catedral, y una panorámica única desde los miradores del barrio del Albaicín. Junto al río Darro es posible disfrutar de las tapas que acompañan a cada consumición y caminando por su rivera llegamos a los tablaos flamencos que se organizan en el interior de las casas de Sacromonte, viviendas escavadas en la propia montaña.

En el horizonte de Granada se alza la imponente Sierra Nevada y su pico Mulhacén, el más alto de la Península Ibérica y segundo de España tras el Teide.

De vuelta a Madrid, pasamos junto a la ciudad de Jaén, desde cuya zona más alta nos vigila el Castillo de Santa Catalina, hoy convertido en Parador Nacional. En el centro, aunque poco conocida, se alza la espectacular Catedral de la Asunción, con origen renacentista pero con una fachada que se considera una de las principales obras del barroco español y que sirvió de patrón para muchas iglesias en América.

En tan sólo 7 días, los jóvenes estudiantes habrán conocido el pasado romano de nuestro país, la herencia árabe que los pueblos vecinos del otro lado del estrecho de Gibraltar nos dejaron y el intercambio de productos y cultura  entre España y América.

¿Se puede pedir más en una semana?

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